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Y creías que la pandemia marcaría la desaparición de la moda rápida

28 octubre 2021 por ExpokNews




¿Estábamos cerca de la desaparición de la moda rápida? Probablemente no, empresas chinas han surgido copiando modelos de marcas.

A estas alturas, está claro que el modelo de negocio de la moda rápida, consistente en crear ropa barata y desechable, es terrible para el planeta. Hace unos años parecía que los consumidores podrían volverse en contra de marcas como H&M y Zara, ya que sus ventas disminuyeron y los precios de las acciones bajaron. Pero lo cierto es que la moda rápida está lejos de morir. De hecho, están surgiendo nuevos gigantes.



El modelo de moda rápida


H&M y Zara fueron pioneras de la moda rápida a mediados del siglo XX al crear cadenas de suministro que fabricaban looks fuera de la pasarela de forma rápida y barata. Ahora dominan la industria de la moda, generando cada una unos 20,000 millones de dólares de ingresos anuales. Shein se está poniendo al día rápidamente y ha tenido mucho éxito vendiendo a los consumidores occidentales.

Según The Economist, Estados Unidos es su mayor mercado, ya que representa entre el 35% y el 40% de sus ventas, mientras que otro 30% o 35% procede de Europa. Pero hay muchas otras marcas en este espacio, desde la recién lanzada allyLikes, pasando por la estadounidense Fashion Nova, hasta las británicas Boohoo y Asos. Estas marcas imitan de cerca los primeros modelos de moda rápida, pero dan salida a los productos de forma aún más rápida y barata.

Zara lanza 10,000 nuevos productos cada año; Shein lanza 6,000 nuevos artículos al día y allyLikes 500 a la semana.


Greenwash y Gen z


En la última década, H&M y Zara se han esforzado por parecer más ecológicas publicando informes sobre cómo utilizan tejidos y procesos de fabricación más sostenibles. Algunos expertos creen que estas marcas estaban respondiendo a la creciente conciencia de los consumidores sobre lo insostenible que se ha vuelto la industria de la moda.

“Los consumidores —sobre todo los jóvenes— parecen ser más conscientes del impacto medioambiental de la moda”, afirma Veronica Bates-Kassatly, analista independiente que acaba de redactar el informe The Great Greenwash Machine para la consultora británica de sostenibilidad Eco-Age. “Estas marcas de moda rápida se sintieron presionadas para responder a ellas”, afirma.

Kassatly señala que Shein también habla de cambiar a materiales más sostenibles, como el poliéster reciclado y el algodón orgánico, pero no está claro el grado de sostenibilidad de los productos.


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Este motor de fabricación engulle recursos preciosos, como el algodón y el petróleo utilizados para fabricar poliéster, y emite gases de efecto invernadero, lo que acelera el cambio climático. “No importa lo sostenibles que sean los materiales que se utilizan”, dice Kassatly. “Si te pones una prenda seis veces y luego la desechas, estás desperdiciando recursos”.



Es necesaria una regulación


Bedat cree que los consumidores pueden ayudar a forjar el futuro de la industria de la moda denunciando a las marcas cuando fomentan el consumo excesivo y realizan prácticas insostenibles. Pero sostiene que, en última instancia, necesitamos más regulación en la industria. “Los consumidores son poderosos, pero no podemos confiar en el mercado para solucionar este problema”, afirma. “El gobierno tiene que intervenir”.

Kassatly afirma que son necesarios dos tipos de regulación. En primer lugar, las agencias de protección del consumidor deben exigir a las marcas mayores niveles de responsabilidad. Por ejemplo, una agencia podría prohibir que las marcas comercialicen prendas como recicladas u orgánicas a menos que el 70% de su producto esté hecho con esos materiales.

 
 
 

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